Mi dolor en un soneto
Cuanto por amor mi alma esta desolada cuantos reflejos de sombra en mi figura ni ya me acomodo en ninguna postura cuanta soledad y tristeza en mi mirada. Con nada mi alma podrá ser aliviada y mi rostro pálido en su blancura de este dolor grande que me tortura sin encontrar el consuelo en nada. En mis grandes asoladas cicatrices ya no me sirven de cura amuletos ni tampoco me sirve la prudencia si al llegar la mañana echa raíces y yo en mi lecho quedara muerto tampoco nadie notaria mi ausencia.