No me hagáis estatua

Cuando la muerte me llegue desolada
no me hagáis en piedra mi figura
no tendré nada más que una postura
y unos ojos blancos sin mirada.
Nunca podrá ser mi alma aliviada
por la fría piedra en su blancura
en ese eterno existir en la tortura
de lo que antes fui, siendo nada.
No me pongáis arrugas en la frente
ni dejéis mi boca sin un sonido
no quiero estar así constantemente
dejar mi nombre en el olvido
¿Para que quiero estar presente
cuando mi vida ya a concluido?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dedicado a Dora luz

Tengo cicatrices rotas

Tu alma la mía entiende