Sin ti, la muerte espera




Cuanta belleza, que gran mujer era
con más de cincuenta años, lo digo
y al pasar por su puerta , el postigo
vi su rostro, con el tiempo en espera.


Fue un amor a la vista, a la primera
y no había nada más que yo de testigo
soñando de verla siempre estando conmigo
agarrado a su cintura, paseando por la acera.


Si este amor me llevara a la sepultura
ese sueño eterno, a la muerte por ventura
aunque todo se vea en ella desierto....


Pero solo hubo una mirada entristecida
de esos ojos de su alma dolorida
como si fuera su casa, un nicho abierto.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Dedicado a Dora luz

Tengo cicatrices rotas

Tu alma la mía entiende